Llega el momento del CAI

Muchas dudas está sembrando en el entorno del CAI Zaragoza la última racha del equipo, con sólo una victoria en los 6 últimos partidos disputados. Eso no tiene que hacer olvidar que hasta la fecha, el CAI es probablemente el equipo que ha tenido peor calendario en el arranque de la competición.

Los aragoneses ya se han medido a los 8 equipos españoles que disputan competición europea, restando 6 partidos para acabar la primera vuelta de la liga. Por eso no creo que haya que ser pesimistas con el equipo, que si sigue respondiendo en el Príncipe Felipe como hasta la fecha, no tendrá problemas para llegar al ecuador de la liga alejado de la zona de descenso. En caso contrario, como es lógico, sufrirá más de lo esperado.

Las derrotas, como siempre pasa en el deporte, generan dudas, pero eso no debe de afectar en demasía a la plantilla aragonesa. Una victoria ante Blancos de Rueda Valladolid cambiaria el prisma de pesismismo que ahora prevalece en el Marea Roja.
El colista, Meridiano Alicante, tiene todavía en la primera vuelta que visitar el CID y el Palau, además de recibir en su pista al Power Electronics. El otro equipo en descenso, CB Granada, tampoco tiene el mejor calendario en la parte final de la primera vuelta, visitando Gran Canaria y al Real Madrid, además de recibir en su pista a Unicaja.

Otros dos equipos implicados en la parte baja con peor calendario del CAI son Assignia Manresa y ViveMenorca. Los catalanes tienen que rendir visita al Cjasol y al Caja Laboral, antes de recibir en su pista a Valencia. Por último el equipo de Paco Olmos recibirá en casa a Bizkaia Bilabo Basket, además de medirse fuera de casa al Cajasol y al Real Madrid.

Los datos dan mérito al balance aragonés a estas alturas de temporada, sin olvidar que ahora llega el momento clave para José Luis Abós y los suyos.

El CAI ante su asignatura pendiente

Después de disputar un cuarto de la competición, el CAI Zaragoza tiene en las dos próximas jornadas el importante reto de rendir a un nivel parecido al que ofrece en el Príncipe Felipe.

José Luis Abós y su equipo han demostrado con hechos que son muy fiables como locales, tanto esta campaña (sólo con el borrón del primer cuarto ante el Baskonia), como la pasada, cuando el equipo finalizó la temporada sin conocer la derrota.

Los datos también reflejan por el contrario la endeblez del equipo a domicilio, exceptuando la inolvidable victoria en el Palau. Esta temporada el equipo se ha visto muy superado en las otras tres salidas, en Gran Canaria, Fuenlabrada y Valencia, sin tener apenas opciones a la victoria en ninguna de ellas.

Ahora el equipo está ante la posibilidad de romper esa tendencia, con dos partidos consecutivos lejos de la capital aragonesa. El primero es el más accesible a priori, visitando al Vive Menorca de Paco Olmos. Un duelo que ya se vivió la campaña pasada en la liga LEB, con gran resultado para los aragoneses que dieron un paso de gigante para el ascenso.

En esta ocasión una victoria en Mahón dejaría al equipo en una disposición perfecta para poder luchar por algo más en la primera vuelta de la liga, aunque muchos no se atrevan a reconocerlo. El miedo a lo sucedido hace dos temporadas perdura en el ambiente, algo comprensible, aunque a mi juicio sea una apreciación incorrecta.

Licencia para soñar

Así el deporte. El pasado domingo 10 de octubre el CAI Zaragoza perdía con estrépito en el Centro Insular de Deportes por 83 a 61, derrota que dejaba al equipo cerrando la clasificación, y con una sensación muy negativa tras la pretemporada que había llevado a cabo el equipo.

Van Rossom no parecía el base titular que necesitaba el equipo, Riera no daba el nivel para jugar en la ACB, DP volvía a sufrir como hace dos temporadas y Chubb sembraba unas dudas enormes, recordando el rendimiento del juego interior de la última aventura en la ACB.

Pero en una semana todo cambia. El CAI, gracias a un acierto espectacular, derrota al CB Granada en el Príncipe Felipe. Victoria obligada que no despejaba las incógnitas que seguían rodeando al equipo a la espera de visitar al campeón de Europa.

Pocos días después se destapaba la gran noticia, el CAI cerraba la llegada de Carlos Cabezas, un fichaje de relumbrón por el que afortunadamente el club rojillo echó el resto. Y después de eso el bombazo en el Palau y la gran victoria ante Cajasol, que deja a los rojillos en disposición de ser una de las revelaciones de la liga.

El calendario sigue siendo muy complicado, con Fuenlabrada, Caja Laboral y Power Electronics en el horizonte, pero todo lo que sea salir vivo de estas jornadas dejaría al equipo en disposición de poder competir por estar en la copa. No será nunca una obligación, pero si una posibilidad cada vez más razonable. Hay que frenar la euforia, pero nunca la ilusión. El CAI no tiene menos que muchos, aunque de miedo decirlo.

Mismo objetivo, distinto enfoque

El CAI Zaragoza retoma la competición tras unos días de máxima emoción que han finalizado con el fichaje más importante y trascendente de su corta historia. La llegada de Carlos Cabezas cambia la perspectiva que puede tener el equipo de la temporada, al tratarse de uno de los mejores bases del baloncesto europeo.

El malagueño refuerza un equipo que tiene como claro objetivo ineludible la permanencia, pero al que creo que con el paso del tiempo se le puede pedir algo más. Todos hubiéramos firmado al empezar la temporada quedar el decimosexto de la tabla, todo lo que fuera evitar de nuevo el descenso de categoría, pero ahora quizás haya que ser un poco más ambiciosos, sin dejar de tener los pies en el suelo.

Sabemos sobradamente, por propia experiencia, que muchos buenos jugadores no hacen un buen equipo, pero sin duda que ayuda. José Luis Abós tiene en sus manos una plantilla a mi juicio sensiblemente superior a la que pueden tener varios equipos de la liga. En Manresa, Alicante, San Sebastián, Menorca, Valladolid o Granada no se cuenta con jugadores del nivel que el CAI tiene ahora mismo, y que esperemos sea capaz de aprovechar.

Además la mayoría de los importantes del equipo están ante una ocasión perfecta para reivindicarse. Cabezas en busca del protagonismo perdido, Quinteros con el objetivo de demostrar que tiene un papel estelar en esta liga, al igual que Barlow que debuta en la competición. Y en el juego interior Aguilar y Hettsheimeir van a tener los minutos y la importancia necesaria para demostrar que pueden tener sitio en sus respectivas selecciones en el futuro.

Ahora es el turno para la plantilla y para el cuerpo técnico, después de que la dirección deportiva y el club, con el presidente Reinaldo Benito a la cabeza, hayan hecho un trabajo ejemplar. El CAI no pasa a ser un candidato a los play off por la llegada de Cabezas, pero si que debería exigirse algo más que no descender.

El calendario no acompaña pero la temporada es larga, así que hay tiempo de sobra para que la propia liga coloque a este nuevo CAI en su sitio, que esperemos sea lo más lejos posible del infierno de la LEB, ese del que tanto me cuesta olvidarme.

Un fichaje que te puede cambiar la vida

El CAI Zaragoza lucha en los últimos días por cerrar la llegada del jugador más interesante que sin duda ofrece el mercado, Carlos Cabezas. Es muy probable que el equipo aragonés tenga problemas más importantes en otros puestos, pero la posibilidad de firmar a un campeón del mundo en estas condiciones no surge todos los días, y con buen criterio los rectores del club no lo quieren dejar escapar.

Por ello la dirección deportiva, con la discrección de la que suele hacer gala en estos casos, ha trabajado en la sombra en busca de una propuesta que pueda seducir lo más posible al jugador, que a sus 30 año tiene todavía muchos años de baloncesto al máximo nivel.

De confirmarse el fichaje, el equipo rojillo debería de dejar de ser un claro candidato al descenso, ya que supondría un salto de calidad evidente en el equipo. Y es que estamos hablando de un jugador muy implicado en todos sus equipos, que destaca en los dos lados de la pista, y que por su trayectoria se ha ganado el respeto de todos dentro y fuera de la cancha.

Si importante y llamativa fue la llegada de Pablo Aguilar, la de Cabezas no lo sería menos, completando un perímetro de muchos más kilates. De confirmarse su llegada 3 parece que serían los damnificados en el equipo. Van Rossom dejaría de ser el base titular, Toppert vería reducidos sus minutos más si cabe y Joan Riera se quedaría en la mayoría de los partidos fuera de la rotación.

Una noticia que anhelan como no puede ser de otra manera los seguidores rojillos, y que de hacerse realidad tendría que ser el paso casi definitvo para que el CAI no sufra en la lucha por la permanencia. La solución a este culebrón que se sigue muy de cerca en Málaga, Vitoria, Granada y Zaragoza en las próximas horas.

¿Será suficiente?

Esa es una de las preguntas que se hacen los seguidores del CAI Zaragoza antes de arranque la temporada del equipo de nuevo en la liga ACB. ¿Hay plantilla suficiente para conseguir la permanencia? El club ya ha dado la plantilla por cerrada después de la llegada de Pablo Aguilar, con seis refuerzos además del pívot granadino.

En el puesto de base tres serán los jugadores que se repartirán los minutos, con Van Rossom como máximo protagonista. El base belga debe de ser una pieza clave en el equipo, asumiendo muchos minutos como director de juego, algo que ya ha hecho tanto en Italia como con su selección.

Los minutos en los que descanse Van Rosom serán para Joan Riera o para Andrés Miso, un hombre que tiene que ser capital para los aragoneses. El escolta madrileño parece el claro sexto hombre del equipo, con un papel decisivo en el perímetro junto a Quinteros y Barlow. Toppert será el especialista en el lanzamiento exterior con un rol secundario, mientras que Jorge Cano tendrá una presencia testimonial en la rotación.

En el juego interior Pablo Aguilar será la estrella, repartiéndose los minutos de ala pívot con DP. El nuevo capitán del equipo volverá a tener en la ACB un rol no tan importante, algo que esperamos en esta ocasión no afecte tanto a su rendimiento. Puede ser una de las claves de la temporada.

Adam Chubb y Rafael Hettsheimeir se repartirán los minutos debajo de la pintura, con la duda de saber como rendirá Chubb en una liga tan competitiva como la ACB. Por su parte el brasileño con dos incógnitas por despejar, saber si es capaz de aguantar una temporada sin lesiones, ya ha empezado con problemas la pretemporada, y confirmar que su rendimiento de la campaña pasada en Xacobeo no fue casualidad.

Per no sólo la plantilla decidirá el puesto del equipo en la liga, siendo la fortuna y la pericia de José Luis Abós en el banquillo dos detalles muy determinantes para saber como le irá al equipo en la vuelta a la élite.

El CAI ante una decisión definitiva

La dirección deportiva del CAI Zaragoza, con Willy Villar a la cabeza, debe de tomar en las próximas horas en decisión clave para el futuro del equipo esta temporada. Confirmada la lesión de Guerra y con los claros problemas que tiene el equipo en su juego interior, los responsables del club tienen que mover ficha para mejorar lo máximo posible al equipo.

La opción más lógica parece la de fichar un pívot nacional, algo que deja espacio para la vuelta al equipo de Matías Lescano. El capitán rojillo sufre su ausencia a la espera de que el club tome una decisión. Además sea Elonu o Kiefer el damnificado por la llegada de un pívot nacional, será totalmente justo y necesario, ya que el rendimiento de ambos ha estado muy por debajo de las expectativas.

El equipo necesita un cambio, algo que active el rendimiento para afrontar la recta final de la temporada, y la vuelta de Matías Lescano y la llegada de un pívot nacional de un nivel medio, puede hacer mucho bien al equipo.

Se acerca el primer momento crucial de la temporada con las próximas salidas del equipo, donde un nuevo error puede acabar de costar demasiado caro. El próximo 10 de febrero los de Abós visitan Menorca, un partido donde no se conseguirá el ascenso en caso de victoria, pero que puede alejar muchísimo la primera vía de acceso a la liga ACB.

El ascenso está lejos del Príncipe Felipe

Después de superar el ecuador de la temporada regular en la LEB, el CAI Zaragoza mantiene sus opciones intactas de lograr el ascenso directo a la liga ACB. Opciones que no se han desvanecido por la gran eficacia del equipo en casa, que tras haber recibido a los rivales más complicados, todavía no conoce la derrota.

El problema es que ese impoluto registro también lo han conseguido Melilla y Menorca, aunque a ambos equipos les restan partidos muy complicados en su pista, en la segunda vuelta de la competición. El CAI sigue dependiendo de si mismo, pero sólo si es capaz de asemejar el rendimiento del Felipe, en los encuentros fuera de casa.

Los de José Luis Abós tienen que visitar en la segunda mitad de la temporada pistas tan complejas como las de Cáceres, León, Menorca, Tenerife o Melilla, donde los rojillos pondrán el colofón a la temporada regular. Muchas ocasiones para desquitarse del paupérrimo balance que lleva el equipo a domicilio, con más derrotas que victorias.

Lo positivo es el extraordinario margen de mejora que tiene el equipo, que durante todos los partidos de la temporada ha tenido ausencias. Al margen de las bajas, la actitud ha sido la clave de estos resultados, dejando que los rivales se creyeran capaces de derrotar al favorito número uno. Ahora ya no sirven excusas de ningún tipo, cuando poco a poco se acerca el primer momento definitivo de la campaña.

Para ser el mejor en una temporada de 34 partidos no sirve con ser el mejor como local, y afortunadamente los aragoneses tienen tiempo de remediarlo. Se acabaron los paños calientes, llega la hora de la verdad, cuando los rojillos demostraran si son o no, un equipo ganador.

Una primera vuelta de locura

Con la victoria ante Melilla el CAI Zaragoza ha dado por finalizada la primera vuelta de la liga LEB. 17 partidos de liga que han dado para mucho, pero que no han servido para despejar muchas de las incógnitas que hay sobre el equipo.

El balance no es del todo positivo por el rendimiento del equipo lejos del pabellón Príncipe Felipe. De 8 partidos disputados un paupérrimo balance de 4 victorias y 4 derrotas, números que si se repitieran en la segunda vuelta dejarían al equipo sin ascenso directo a la liga ACB. Por ello los aragoneses debe de mejorar su rendimiento a domicilio, ya que también Menorca y Melilla cuentan todos sus partidos en casa por victoria, por lo que hará falta también ser regular lejos de casa.

El equipo, al margen de las distintas adversidades, debe de mejorar su nivel de juego, principalmente en el ataque estático. Los rojillos han sufrido en muchos partidos fuera de casa cuando no ha podido anotar al contraataque, dejando opción a que los rivales aspiraran a vencer al CAI. Breogán, Axarquía, La Laguna y La Palma aprovecharon la debilidad del equipo para conseguir la victoria más importante de la temporada para estos conjuntos.

Lo que si parece muy sencillo es que los de Abós tengan menos contratiempos en lo que resta de temporada en relación a lo mucho vivido en los primeros meses de competición. Con la más que posible nacionalización de Matías Lescano y la recuperación parcial de Roberto Guerra, Abós contará con más recursos en el perímetro, algo que permitirá que Quinteros y Barlow no tengan que asumir tantos minutos y tanta responsabilidad.

Una historia bien distinta tiene el CAI en el juego interior. Con la presencia asegurado de Phillip y Nacho Martín, el club deberá elegir quienes serán los dos jugadores que les acompañen en la recta final de la temporada. Elonu parece fijo después de su mejoría en los últimos partidos, Lloreda está practicamente descartado después de dejar su plaza a un Matt Kiefer que tendrá ahora de nuevo la oportunidad de demostrar si tiene sitio en el equipo, aunque la lógica invita a pensar que la plaza del norteamericano debería de ser para un Rafael Hettsheimeir que está firmando su mejor baloncesto los últimos partidos en Obradoiro.

Pase lo que pase se presenta una segunda vuelta apasionante, donde seguro el CAI sigue siendo protagonista y dando mucho de que hablar. Esperemos que la última palabra que escuchemos en la temporada sea ACB.