Después de superar el ecuador de la temporada regular en la LEB, el CAI Zaragoza mantiene sus opciones intactas de lograr el ascenso directo a la liga ACB. Opciones que no se han desvanecido por la gran eficacia del equipo en casa, que tras haber recibido a los rivales más complicados, todavía no conoce la derrota.
El problema es que ese impoluto registro también lo han conseguido Melilla y Menorca, aunque a ambos equipos les restan partidos muy complicados en su pista, en la segunda vuelta de la competición. El CAI sigue dependiendo de si mismo, pero sólo si es capaz de asemejar el rendimiento del Felipe, en los encuentros fuera de casa.
Los de José Luis Abós tienen que visitar en la segunda mitad de la temporada pistas tan complejas como las de Cáceres, León, Menorca, Tenerife o Melilla, donde los rojillos pondrán el colofón a la temporada regular. Muchas ocasiones para desquitarse del paupérrimo balance que lleva el equipo a domicilio, con más derrotas que victorias.
Lo positivo es el extraordinario margen de mejora que tiene el equipo, que durante todos los partidos de la temporada ha tenido ausencias. Al margen de las bajas, la actitud ha sido la clave de estos resultados, dejando que los rivales se creyeran capaces de derrotar al favorito número uno. Ahora ya no sirven excusas de ningún tipo, cuando poco a poco se acerca el primer momento definitivo de la campaña.
Para ser el mejor en una temporada de 34 partidos no sirve con ser el mejor como local, y afortunadamente los aragoneses tienen tiempo de remediarlo. Se acabaron los paños calientes, llega la hora de la verdad, cuando los rojillos demostraran si son o no, un equipo ganador.
