viernes, 22 de octubre de 2010

Mismo objetivo, distinto enfoque


El CAI Zaragoza retoma la competición tras unos días de máxima emoción que han finalizado con el fichaje más importante y trascendente de su corta historia. La llegada de Carlos Cabezas cambia la perspectiva que puede tener el equipo de la temporada, al tratarse de uno de los mejores bases del baloncesto europeo.

El malagueño refuerza un equipo que tiene como claro objetivo ineludible la permanencia, pero al que creo que con el paso del tiempo se le puede pedir algo más. Todos hubiéramos firmado al empezar la temporada quedar el decimosexto de la tabla, todo lo que fuera evitar de nuevo el descenso de categoría, pero ahora quizás haya que ser un poco más ambiciosos, sin dejar de tener los pies en el suelo.

Sabemos sobradamente, por propia experiencia, que muchos buenos jugadores no hacen un buen equipo, pero sin duda que ayuda. José Luis Abós tiene en sus manos una plantilla a mi juicio sensiblemente superior a la que pueden tener varios equipos de la liga. En Manresa, Alicante, San Sebastián, Menorca, Valladolid o Granada no se cuenta con jugadores del nivel que el CAI tiene ahora mismo, y que esperemos sea capaz de aprovechar.

Además la mayoría de los importantes del equipo están ante una ocasión perfecta para reivindicarse. Cabezas en busca del protagonismo perdido, Quinteros con el objetivo de demostrar que tiene un papel estelar en esta liga, al igual que Barlow que debuta en la competición. Y en el juego interior Aguilar y Hettsheimeir van a tener los minutos y la importancia necesaria para demostrar que pueden tener sitio en sus respectivas selecciones en el futuro.

Ahora es el turno para la plantilla y para el cuerpo técnico, después de que la dirección deportiva y el club, con el presidente Reinaldo Benito a la cabeza, hayan hecho un trabajo ejemplar. El CAI no pasa a ser un candidato a los play off por la llegada de Cabezas, pero si que debería exigirse algo más que no descender.

El calendario no acompaña pero la temporada es larga, así que hay tiempo de sobra para que la propia liga coloque a este nuevo CAI en su sitio, que esperemos sea lo más lejos posible del infierno de la LEB, ese del que tanto me cuesta olvidarme.