El CAI Zaragoza lucha en los últimos días por cerrar la llegada del jugador más interesante que sin duda ofrece el mercado, Carlos Cabezas. Es muy probable que el equipo aragonés tenga problemas más importantes en otros puestos, pero la posibilidad de firmar a un campeón del mundo en estas condiciones no surge todos los días, y con buen criterio los rectores del club no lo quieren dejar escapar.
Por ello la dirección deportiva, con la discrección de la que suele hacer gala en estos casos, ha trabajado en la sombra en busca de una propuesta que pueda seducir lo más posible al jugador, que a sus 30 año tiene todavía muchos años de baloncesto al máximo nivel.
De confirmarse el fichaje, el equipo rojillo debería de dejar de ser un claro candidato al descenso, ya que supondría un salto de calidad evidente en el equipo. Y es que estamos hablando de un jugador muy implicado en todos sus equipos, que destaca en los dos lados de la pista, y que por su trayectoria se ha ganado el respeto de todos dentro y fuera de la cancha.
Si importante y llamativa fue la llegada de Pablo Aguilar, la de Cabezas no lo sería menos, completando un perímetro de muchos más kilates. De confirmarse su llegada 3 parece que serían los damnificados en el equipo. Van Rossom dejaría de ser el base titular, Toppert vería reducidos sus minutos más si cabe y Joan Riera se quedaría en la mayoría de los partidos fuera de la rotación.
Una noticia que anhelan como no puede ser de otra manera los seguidores rojillos, y que de hacerse realidad tendría que ser el paso casi definitvo para que el CAI no sufra en la lucha por la permanencia. La solución a este culebrón que se sigue muy de cerca en Málaga, Vitoria, Granada y Zaragoza en las próximas horas.
